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jueves, 27 de agosto de 2015

Viaje al centro de tu cuerpo



Quise coger un avión y visitar los entrañables rincones de tu cuerpo. No pienses mal, es solo que el único paisaje que me gusta es el que veo en tu cabeza, cubierta por esos hilos que, como flechas lanzadas al sol, despuntan al alba. Cierto es que iría a cualquier selva, pero no hay ninguna como la que guardas celosamente entre atolones que soportan las embestidas del mar.

Las carreteras de tu piel son las más cuidadas, las que permiten a los coches de mis manos ir veloces a cualquier parte. Puede ser que encuentre alguna pequeña grieta, o algunos agujeros donde los vehículos caen al vacío, más no debes preocuparte, pues se puede salir de ellos, a pesar de que no sea fácil, dada la atracción gravitatoria que ejercen.

No me preguntes cuál es mi destino preferido, porque entonces te arriesgas a que deje de ser un turista, y decida obtener la nacionalidad que pueden ofrecerme tus húmedos parajes llenos de vida y belleza.

Microrrelato seleccionado en V concurso de narrativa "Viajes", de Letras con Arte.

El torneo

En el torneo de los Tres Reyes, celebrado en Villa Penumbra; estaba a punto de disputarse el último combate.

A un lado de la arena, el paladín de la hija del señor del castillo, llamado K. Su escudo, una calavera negra sobre llamas granates.

En frente, su contrincante, J, un caballero errante. Su escudo de armas, un rayo de luz sobre cielo estrellado.

El pregonero inició las presentaciones, y M, que así se llamaba la chica, observaba expectante el que iba a ser el combate decisivo. El ganador podría quedarse con ella, o pedir una recompensa en metálico.

Un rugido ensordecedor llega desde el público, ávido de espectáculo. Las bancadas, de madera, parecían a punto de derrumbarse. Pero nada de esto importaba a los contendientes.

Una última mirada de odio entre los dos, y se colocan los yelmos. El suelo, húmedo por las lluvias, está embarrado, y en muchos puntos hay charcos enormes. Eso dificulta el movimiento, sobre todo si la armadura es pesada.

Esto lo sabía J, por eso llevaba piezas ligeras en el cuerpo, de las que solían llevar los arqueros. El inconveniente era que en pos de la agilidad, perdía mucha defensa. K, en cambio, parecía una mole de hierro impenetrable, una torre que apenas podría moverse.

Hicieron el saludo de rigor, y, al sonido de los cuernos, iniciaron el combate.
K empezó fuerte, con tajos de espada abiertos, potentes, fugaces. J bailaba a su ritmo, impotente. Parada y retroceso.

Al ver que así no podía seguir, echó a correr hacia el centro de la arena. K, más lento, se vió obligado a seguirlo. Suelta una carcajada de triunfo que se trunca cuando nota que sus pesadas grebas se hunden en el barro. La espada, lista para golpear a J, se mueve, torpe y sin gracia, y le deja vía libre a J para asestar un mandoble.

La multitud está en su máximo esplendor. Voces de apoyo a ambos enemigos, y la pasión por el combate avivan las emociones.

La espada de K se desploma en el suelo, y es devorada por el barro. Y, aunque K no se rinde, y sigue luchando con las manos, el resultado está marcado. J esquiva y golpea, esquiva y golpea, hasta que encuentra un punto débil entre los brazos, y sentencia.

Entonces, de repente, la gente se queda muda. Un silencio incómodo cubre la arena.

- Muy bien, K. Contra todo pronóstico has conseguido ganar, y como tal puedes elegir el premio, te lo has merecido. Di, ¿la mano de M, o el dinero? - Inquirió el señor de Villa Penumbra.

- La mano, señor. - Respondió, sin pensarlo apenas.
- Ya lo has oído, niña, baja con él y recíbelo como merece.

M se va del palco y baja a la arena. El vestido, blanco, se le ensucia por el barro, pero no le importa.

- Entonces, tú y yo estaremos juntos a partir de ahora, ¿no? - Le preguntó M, con los oscuros ojos brillando.

- Sí, si es vuestro deseo.

- Claro que sí. - Sonrió.

Acarició su pelo, negro y largo, bien cuidado, y, mientras lo hacía, ella lo besó. Fue algo instantáneo, veloz. Inolvidable.

Entonces se escuchó el murmullo del aire y una fuerte ráfaga invadió el lugar. Cuando J pudo mirar a su alrededor, vio que no había nadie. Solo M.

- ¿Dónde ha ido la gente?
- ¿Qué gente?
- Pues... La que había aquí, como tu padre y K.
- No te entiendo. Estamos solos.
- M... ¿No me estás engañando?

Pausa de extrañeza.

- Claro que no. Además, no me llamo M. Soy Soledad.

martes, 25 de agosto de 2015

El mundo de Leland

Recuerdo lo mucho que me costó encontrar esta película, y, por suerte, el esfuerzo mereció la pena. El mundo de Leland tiene el acierto de ponerte de cara a un problema psicológico, como es el autismo (la falta de emociones), pero lo hace de una forma que el problema del protagonista se convierte en un espejo, me explico.

Antes de nada, contaros por encima de qué va la película. Resulta que Leland ha cometido un crímen, un asesinato, y está en la cárcel; entonces uno de sus profesores decide investigar el por qué un muchacho que en condiciones normales no parece un asesino, ha llegado a realizar tal acto.

A partir de ahí la película se irá centrando en resolver esta incógnita, y un Leland frío y cerrado se irá abriendo cada vez más, e irá mostrando las diferentes piezas que le llevaron a cometer ese acto; que, como muchas de las cosas que suceden, no tienen su origen en un hecho aislado.

El caso es que la relación entre el profesor y Leland, donde parece que la persona "sujeto" es el muchacho, en realidad muchas veces se da la vuelta a la situación, y es el profesor el que termina arrepintiéndose de cosas que ha hecho.

Los diálogos no tienen desperdicio, ni tampoco el cómo un suceso así cambia la vida de tantas personas que se ven involucradas, cosa que se ve reflejada. Además, se observará una evolución que va desde el pesimismo a una idea más esperanzadora de la vida por parte del protagonista.

Y, para finalizar, recordaros que la vida no es solo la suma de sus partes, y, cómo no, que la veáis en VO o en VOSE.



viernes, 21 de agosto de 2015

El sueño



En el campo
de los sueños
me dormiré,
esperando.

Rozarán mis
dedos rotos
las palabras
nunca dichas.

Crecerán flores
a mi alrededor,
y adentro brotarán
semillas huecas.

Una enredadera
fuera de control,
perdida en la inmensidad
de las dudas.

No me despiertes,
no, que el dolor
es una cuchilla
alumbrando la noche.

martes, 18 de agosto de 2015

El abismo

- ¡Eh! ¿Sabes lo que ha pasado? ¿Por qué estamos solo nosotros dos aquí?
- No lo sé. ¿Sabes tú por qué se ha abierto la tierra haciendo una brecha insalvable entre nosotros?
- Ni idea. Ya he estado más veces aquí. Pero siempre estaba yo solo. Sé quién eres. Te he visto en algunas ocasiones desde aquí. Estabas allí, más abajo. Cuando encendías la luz de tu ventana, entonces te observaba.
- ¿Eso hacías? ¿Y por qué no bajabas? Eso asusta, ¿sabes?
- Lo desconozco. Supongo que no quería molestarte. En realidad soy inofensivo. Tampoco entiendo por qué ahora que estás frente a mí, no podemos cruzar al otro lado.

Silencio. Es noche cerrada, y el frío inunda el valle. Una brisa gélida, un aullido mortal.

- Yo a veces también te veía, ¿sabes? Me preguntaba qué hacías allí arriba, tan solo, en lo alto de la colina. Ahora ya lo entiendo. Solo un poco.
- Eso sí me sorprende. No creía que te fijases siquiera en mí. Dime, ¿por qué has subido hoy?
- Me apetecía ver las estrellas. Allí abajo no se ven, ¿sabes?
- Eso es porque no te has mirado al espejo.
- ¿Qué? ¿Qué quieres decir?
- Nada. ¿Aún no se te ocurre por qué estamos así?

Pausa. Los dos empiezan a sentir frío. No se ve la luna, pero las estrellas invaden el firmamento.

- No estoy segura. Quizá sea porque el miedo ha controlado el valle, ¿no crees? Ni siquiera debería estar hablando contigo. Esto no está bien, no. No debo. No sé por qué sigues aquí. Ya tendrías que haberte ido. ¿Por qué te has quedado? - Musitó, con los ojos húmedos.

- Ya me acuerdo. Creo que fueron mis ganas por bajar lo que abrió las entrañas de la tierra. ¿Dices que fue el miedo? Puede ser también... No recordaba muchas cosas después del choque. Yo... Yo no puedo irme. Aunque no pueda tocarte, o hablarte. Demasiado bonito me parece ya el que estés ahí manteniendo unas palabras conmigo.

- No te entiendo. No te entiendo. No es normal. Esto no es normal, no... Si ni siquiera sabes cómo soy... Quizá esto que se ha formado es para que reflexiones y cambies de parecer. Sí, puede ser eso. Tomar distancia arreglará esta locura que has creado.

- ¿No piensas que es un poco contradictorio? Tú siempre has estado abajo, y yo aquí, en la colina. ¿Qué distancia? ¿Acaso suponen una diferencia unos metros más? Siempre hemos estado así. Sin tocar las yemas de los dedos de la otra persona. Seguramente sea mi culpa, no lo niego, pero este abismo no puede cambiar nada. Acaso apuntale la soledad y apague estrellas del cielo. Nada más. No silenciará tu voz. No apagará tus ojos.- Contestó, con un deje de tristeza en la mirada.

https://youtu.be/O0HQ6-Czb3U




Casablanca

Hoy toca un clásico del cine. Recuerdo que la primera vez que vi una mención a esta película fue en un libro, del que no recuerdo ni el título ni el nombre de la autora, pero sí se me quedó grabado que la protagonista de dicha novela, al ver Casablanca, se preguntaba: (Spoiler hasta el próximo párrafo)

"¿Por qué Rick deja que Ilsa se vaya con Lazslo si tanto la quiere?"

Y así es como me comí un spoiler de los buenos, aunque yo en ese momento no le dí mucha importancia, aquello no se me olvidó, y varios años después (yo por aquel entonces solo podía ver las películas que había en el videoclub) cuando vi la película por internet, yo ya sabía el final a pesar de todo el tiempo que había pasado. Aunque no importó, porque, al igual que ocurre con los libros, lo que hace buena a una película no es el final, sino todo el proceso.

Y Casablanca es una de esas. No solo por la ambientación histórica, que se plasma muy bien, sino por las actuaciones y los momentos que te dejan en suspenso porque no sabes bien cómo va a evolucionar. Y recordemos que yo ya sabía el final. Aún así, deja escenas magníficas, como cuando se da el encuentro entre Rick e Ilsa, y se escucha la música de piano que les recordaba el pasado.

De forma resumida, Casablanca trata de un triángulo amoroso (aunque no como los que harían actualmente) donde la política ejercerá una influencia de fondo, que será un recurso recurrente durante toda la película. Esto se debe a que Rick, es el dueño de un local famoso, durante la segunda guerra mundial, y Casablanca es un lugar neutral, por lo que allí se refugian todo tipo de personas, y encontramos ladrones, policía secreta alemana, etc...
Entonces, Ilsa llega con un miembro de la resistencia checa, Lazslo, pero necesitan un pasaporte para poder escapar, pues los alemanes persiguen a Lazslo. Y ese documento lo tiene Rick.

Casablanca es especial porque dibuja una historia limpia, libre de rencores, como de verdad es el amor. Nos muestra que, si realmente quieres a alguien, deseas lo mejor para esa persona, y haces lo posible por ayudarla, a pesar de todo el dolor que pueda ocasionar el que tome un camino que no es el nuestro.

Y, para terminar, además de que la veáis en VOSE o en VO, decirle a Sam que la toque de nuevo.




domingo, 16 de agosto de 2015

La tristeza en sus ojos

- ¿Por qué no te gusta la playa? - Preguntó, extrañada.

Se quedó en silencio un rato, y, al fin, contestó.

- Llevo mucho tiempo viendo el mar. Unas torres de agua gigantescas que me buscan y me ahogan siempre. Y por la noche es peor, mucho peor. Miro al horizonte y, aunque hay un faro luminoso, todos los barcos se hunden ante mi mirada. Escucho las voces, los gritos, y no puedo hacer nada. Es todo precioso, lo sé. Esa vista. El sonido de las olas chocando en la orilla. Pero yo, me desespero.

- ¿Pero qué dices? ¿Cuando has ido tú al mar?

- No hace falta que vaya a ningún sitio. Lo veo en tus ojos. 

Microrrelato seleccionado en el concurso "Tema Libre II", de Letras con Arte.

martes, 11 de agosto de 2015

Steins ; Gate

Steins;Gate es un anime sencillo, que inspira cierta ternura desde el inicio. No es espectacular, ni viene a traer algo nuevo, pero es muy recomendable si, como a mí, te gusta todo lo que tenga que ver con los viajes en el tiempo.

La historia trata sobre un científico algo chiflado, Okabe, que junto a sus amigos encuentra la forma de volver atrás en el tiempo, usando para ello un microondas. Al principio solo serán unos minutos o unas horas; más adelante perfeccionará el invento. El problema viene cuando, al hacer este invento, ocurre una desgracia, y Okabe tiene que apañárselas para cambiar ese hecho, puesto que es el único que conserva los recuerdos al retroceder. Lo que no sabe es que, al cambiar algo, todo lo demás muta.

De esta manera se va construyendo una historia hermosa, cariñosa, y, aunque es algo lenta, sabe atraparte, y además te enseña cosas como el efecto mariposa, o la teoría de cuerdas. Conforme avanza la serie surgen preguntas, a la vez que se resuelven incógnitas, y llama la atención el interrogante de si, aunque se cambien las cosas en el tiempo, todo se borra para el resto de las personas, puesto que, como se irá viendo, el amor (aunque no sea el elemento principal de la serie) tiene una fuerza que escapa a estos viajes.

Tiene sus puntos de humor, y eso ayuda a relajar la tensión que muchas veces se respira a lo largo de la historia; así como momentos bastante emotivos que se recrean de forma espléndida.

¿Lo único malo? El opening no me gusta, quizá porque no encaja la canción con las imágenes, o sencillamente porque no me gusta la voz cantante.
También cabe mencionar que si no estás acostumbrado a ver series lentas, este anime se te puede hacer pesado a veces, y quizá no sea para ti.

Y, para terminar, decir que hay además de la serie una película que la complementa (los sucesos son posteriores a los del anime); y que me lo veáis en VOSE.

"Túturu."





lunes, 10 de agosto de 2015

La danza del olvido

Me he vuelto a perder. Creía que ya tenía el camino marcado, que había alguien al final. Pero al hablar el eco es el único que devuelve las palabras. Es una persona extraña, ¿sabéis? A veces, baja del cielo y habla conmigo, y me dice que todo irá bien, que no hay más senda que aquella por la que se pelea para poder recorrerla, que al final estará ella y que se podrán abrir las puertas. Esas que se encontraban cerradas a cal y canto del mundo exterior.

Pero entonces, sucede que todo era una ilusión. Y comienza a llover, fuerte, muy fuerte. Y bajo la luz de una solitaria farola en el camino abandonado, el corazón se escucha más que el golpeteo del agua contra los charcos. Y sucede que esbozas una sonrisa. Es una lucha que lleva librándose desde hace tiempo, en la que nadie pierde, nadie gana nada. Solo se sigue avanzando, de un punto a otro, sin rozarse, sin saber ningún dato más del habitual.

Dos personas condenadas a buscarse, sin encontrarse nunca. Quizá ni siquiera es una condena. Se sentía igual que una recta paralela, corriendo, eterna, sin toparse jamás con el punto que quería. Y es que las matemáticas son tan frías como el brillo de sus ojos. Un niño travieso al que le dan un manotazo cuando quiere coger galletas antes de la hora de la comida. Así estaba yo. Me perdería en otras constelaciones, e infinitas líneas me atravesarían de lado a lado, más nunca aquella que viaja al lado, y que comparte temores e ilusiones.

El sabor salado se mezcla con el dulce en mis labios, dejándome un regusto extraño. No sé por qué tenía que llover. Estar empapado no ayuda. La humedad de alrededor es caliente, y crea una neblina asfixiante. Y entonces la veo. Viene hacia mí con un vestido blanco, que debido a la lluvia se queda muy pegado en su piel.

- Te puedo conceder un baile. Solo uno. Y entonces te darás cuenta de que el ritmo que llevamos es distinto. De que tus objetivos son distintos a los míos, aunque en el fondo persigan lo mismo. Tú eres un murmullo que nunca cesa, aunque no te hagas notar, mientras que yo soy una bala. Ruidosa, solo necesito un impacto. Y, después, silencio. Yo soy la oscuridad, y tú piensas que soy la luz, que las tinieblas te rodean. Cuando el único halo de luminosidad es el que tú has ido trazando a lo largo de los días. ¿Qué quieres que te diga? No me convences, pero tampoco vale la pena echar por la borda todo lo que se ha dibujado en el horizonte. Por eso, bailaré contigo, una danza donde la derrota y la victoria se dan la mano. Porque conseguirás tu deseo, y al mismo tiempo lo perderás.

- ¿Y por qué crees que este es mi deseo? - Respondí.
- Porque me acabas de dar la mano.

Microrrelato finalista en I Certamen Literario "Fuente de creación", de Cuponeta Editorial.

domingo, 9 de agosto de 2015

Una extraña despedida

- Yo nunca quise hacer daño. Es solo que todo es tan... Extraño. Sí, quizá sea esa la palabra. No comprendo cómo puede haber una tormenta si las nubes ni siquiera se han tocado. Parece demasiado irreal, aunque intentes mostrar lo contrario. Y asusta. Asusta mucho pensarlo.- Dijo, agachando la cabeza.

- Lo sé. Quizá no sea culpa de nadie. Que hay cosas que se nos escapan. En el fondo me esperaba todo esto, aunque me resistía hasta el final. No es admirable, lo sé. Parece enfermizo incluso. Y, aún así, se ha creado tanto... Cosas hermosas, ¿sabes? En otro momento diría que no tanto como tú, pero ya lo ves... No importa siquiera si ha sido todo una ilusión. Todo lo que salía de ella era verdadero. Al menos se sentía así. Y todo eso es difícil de olvidar. Dudo que lo haga. A pesar de todo.

- Siento que acabe así. Sin siquiera haber empezado. Tal vez si fuese otro tiempo, y otras circunstancias... Si no fuese tan grande que diese miedo mirarlo. Quizá ahí, hubiese sucedido algo. Y entonces mi silencio no sabría tan amargo. Ni las murallas serían tan altas. Ni mis ojos se abnegarían en lágrimas. ¿Quién sabe? No se nos concede siempre lo que queremos, aunque luchemos por ello. Y eso, aunque no guste, hace que haya otras cosas que parecen mejores.

- Podría ser. Otro lugar, otro mundo. Como ha sido siempre. Allí donde el eco no te devuelve la voz. También yo lo lamento. Podrían haber sido tantas cosas... En realidad tú no te irás nunca. No solo porque no te has llegado a quedar, sino porque en las mismas letras moras. Puede ser triste, es cierto, pero a la vez es hermoso. Me has abierto caminos que nadie había dicho que existían.

- Tampoco creo poder huir de todo esto. De alguna manera estamos conectados. El problema es, que aunque todo sea bonito, también es aterrador. ¿Es que no lo ves? Todo lo que haces está en tu cabeza. Y, tal vez sea como dices, pero hay muchas sombras entre toda esa luz. No puedo avanzar así. Todo explotaría como una pompa de jabon gigante. Todo se derrumbaría. Y tú también. Y no haré eso. Pones en mis manos un poder peligroso.

- Sí. Lo veo. Y lo entiendo. Por eso nada cambiará. Tú a un lado del cristal y yo al otro. Te tocaré con las palabras, y tú, tal vez, me acariciarás con las canciones. Te miraré en el rincón de mi mente, y mi silueta cruzará, quizá, de vez en cuando tus pensamientos. Y cada rayo de sol que aparezca ante mis ojos me recordará a ti. Porque siempre fuiste luz. Una luz en mi oscura cabeza.

Empezar de cero




Te gusta lanzar palabras al azar, sin ningún destino en particular. Colocaste un espejo en una habitación y me dejaste allí, respondiendo a tus locuras, con el eco devolviendo mis ilusiones. Te fuiste sin decir nada, aunque tus letras seguían disparando, silenciosas, a lo lejos.

Sobre la arena mojada puse mis deseos, porque sabía que se irían a las profundidades del océano. Los devoraría algún pez, o quizá se ahogaron a los pocos minutos de estar sin aire. No pasa nada. Ya me haré otros nuevos, y los esconderé donde la mano amarga del pasado no pueda encontrarlos.

No he sabido encajar en las mareas del mundo, y, al igual que una pieza rota en un rompecabezas, intento meterme en los resquicios de humanidad que aún existen. Te has ido sin haber estado nunca conmigo, lo sé, pero el hueco que has dejado me ha mostrado hasta qué punto estaba aislado de todo.

Y es que cuando la ficción tiene más peso que la realidad, todo cambia; y cuando las paredes se desmoronan me encuentro enfrente de aquel espejo, sin nada más que un todo por hacer. 

sábado, 8 de agosto de 2015

Puertas

Últimamente me encuentro con muchas puertas que se cierran. Bueno, no son muchas, pero se siente como si así fuera. Tapiadas hasta que el olvido muestre la cerradura, cuando ya no haya llave alguna. No niego que yo tengo parte importante en las causas de esas consecuencias. Ni que haya cometido errores, a cada cual más significativo. Pero tampoco son motivo suficiente como para proceder así.

Y te asaltan las dudas. Y el miedo. Porque, creedme cuando os digo que no son puertas normales. Cumplían una función. Y ya, con un poco de suerte, quizá se pueda echar un vistazo por la rendija. Entonces sucede que es muy complicado encontrar otras puertas de semejante importancia. Y quizá digas: "Oh, no, hay muchas puertas, solo tienes que encontrar una que se adapte a ti".

Pero... ¿Quién va a abrirle la puerta a alguien que no llama a ella?


https://www.youtube.com/watch?v=r7BbL9LPY80

jueves, 6 de agosto de 2015

Sons of anarchy

Sons of anarchy no contó con mi simpatía al principio. Para empezar, el arquetipo de los personajes era demasiado típico y muy visto en otro tipo de series o películas. Ya sabéis, un protagonista "chuloputas" (perdonad la expresión), las escenitas con mujeres vistosas, o el elemento de la violencia.

No obstante, quitando ciertas espinas, y dándole una oportunidad, el espectador se encuentra con una serie excelente en muchos aspectos. Hay que mencionar, antes de entrar un poco más a fondo, que la serie trata sobre lo que gira en torno a Jax Teller, miembro de una banda de moteros, los hijos de la anarquía (aunque tienen poco o nada que ver con la anarquía)

Entre las cosas a destacar, aparte de la profundidad que adquieren algunos personajes, están los giros de guión y las tramas que logran engancharte desde el principio. La persona que se meta a verla tiene que saber que aquí lo que hay para dar y regalar es acción y algo de intriga con algunos posos de drama o relaciones. Otro punto a favor son algunos guiños que nos encontramos a la filosofía o a películas como Pulp Fiction.

Como elemento curioso, uno de los personajes (el que hace de Happy) es miembro de una banda de verdad, y la estética, así como otros elementos están muy conseguidos y son bastante fieles a la realidad.  

Aparte de esto, la BSO y las OST son geniales, tanto la canción del opening, como las que van saliendo a lo largo de la serie y en el ending (que va cambiando)

Y poco más, vedla en VO o en VOSE, como ya sabéis.